L. 113189.- ISIDORO MARTINENA DE LUIS. Durante bastante tiempo hemos ido recopilando noticias de la existencia de Isidoro que, por su condición fragmentaria y escueta, no nos permitían redactar una mínima biografía de este ilustre personaje de nuestra genealogía. Ciertamente, los pocos datos de los que disponíamos empezaban a alumbrar la biografía de una persona con un bagaje vital amplio. Sin embargo, de nuevo, la colaboración de Ignacio Martinena Flamarique nos ha permitido engarzar los datos a uno de nuestros árboles y esto nos anima a escribir lo que tenemos de él, a la espera de nuevas y próximas noticias.
Nacido en Tafalla el 4 de abril de 1857, fue bautizado en la Iglesia de Santa María el día 5. Fue su madrina Graciosa Gorraiz, de Alzorriz, y celebró el sacramento el teniente vicario D. Bonifacio López. Isidoro fue el primer hijo del tercer y último matrimonio de su padre, Sebastian.
Con 17 años, tomó los hábitos en el Colegio de Ocaña de la orden de los Predicadores (Dominicos), concretamente el 21 de diciembre de 1874. El 22 de diciembre de 1875 hizo la profesión simple en Ocaña y el 23 de diciembre de 1877 hizo la profesión solemne en Ávila. Siendo diácono y con dos años aprobados de Teología, fue destinado a Filipinas. Salió de Barcelona a bordo del vapor «Victoria», el 10 de agosto de 1878, en compañía de otros diez dominicos.
En el convento de los Predicadores de Manila aprueba el tercer año de Teología y el 18 de septiembre de 1880 recibió el presbiterado. El 24 de abril de 1881 fue destinado a Cagayan, al norte de la isla de Luzon, asignado a Tuguegarao y habiendo sido instituido en el Capítulo de aquel mismo año vicario de Bayombong, cabecera de la provincia de Nueva Vizcaya.
Continuó en aquella casa hasta 1890 en que fue trasladado a Ganun-t en Isabela de Luzon, la segunda provincia de mayor extensión. El 27 de junio de 1891 es nuevamente trasladado, en esta ocasión a Ilagan, cabecera de la misma provincia y el 1 de Octubre de 1892 se le dió Patente de Procurador General de la Provincia. En esta tierras del norte de Luzón es donde además de desarrollar su labor evangelizadora entre los numerosos grupos animistas que existían en estas fechas en la montañas del norte, escribe una memoria sobre la provincia de Nueva Vizcaya (Bayombong, 15/11/1884) y una Gramática Española Gadalana (el Gaddan es el dialecto de los aborígenes de esta región) (Bayombong, 1889)
Vuelve a España con otros Padres de la Provincia del Santísimo Rosario de Filipinas, siendo destinado a la naciente residencia de Valencia que entonces formaba parte de la provincia dominicana de Filipinas. Aquí fue, por nombramiento del Prelado, Capellán de la Comunidad de Religiosas de Santa Catalina de Sena. Los dominicos habían abandonado Valencia tras la exclaustración de 1835.
Nombrado en el Capítulo de 1894 como maestro de novicios del colegio de Ocaña se traslada a la ciudad manchega hasta que se le encarga la dirección administrativa de la obras del templo de San Vicente Ferrer y del convento de su Orden.
El 7 de marzo de 1906 se pone la primera piedra de la basílica y el 12 de octubre de 1916 se trasladaron al edificio -aún sin terminar- de reminiscencias neogóticas, adosado a la iglesia que se estaba construyendo y que sería el convento, sito en la calle Cirilo Amorós nº 54, esquina Isabel la Católica. La obra fue dirigida por Francisco Estruch. Ese 12 de octubre de 1916 fue bendecida, no terminada pero habilitada para el culto en su nave central, por el Obispo de Mallorca, Rigoberto Doménech. Estuvieron presentes canónigos de la Catedral, el Padre Provincial, numerosos religiosos de la Orden, autoridades locales y gran cantidad de gente. Solo Jaime Prat e Isidoro eran los dominicos que habían estado desde el inicio.
Fallece el 16 de Junio de 1920, en la ciudad de Turia, a los 63 años de edad.