EL PATRIARCA TAFALLÉS

Censo de 1797 (Archivo Municipal de Tafalla)

L.1131.- FRANCISCO ANTONIO DE MARTINENA Y GORRIZ. El patriarca de los Martinena de Tafalla nació en Barásoain alrededor de las 10 de la noche del 11 de octubre de 1765. Fue bautizado el 14 de octubre, siendo sus tíos maternos, Francisco Antonio y MarÍa Simona, los padrinos. Según los registros que manejamos, Francisco Antonio era el primogénito de su familia y por tanto, según el derecho de primogenitura, el más beneficiado en el reparto de la herencia. Sin embargo, emigra a Tafalla y en torno al 1876 (fecha calculada) se casa con Sebastiana de Irujo (también Yrujo) y Pascual (también Pasqual), natural de dicha ciudad, que tenía un año menos que él y era hija de Manuel, natural de Pitillas y María Andrés(a). Tafalla en aquel tiempo, por su población e importancia, debió ejercer una fuerte atracción en las poblaciones que la circundan. Barasoain está solo a 9 kilómetros de la ciudad del Cidacos, una distancia asumible incluso a pie. Por otro lado, y aunque está pendiente de ulterior confirmación, su familia materna proviene de allí. Todos estos datos nos hacen pensar en la posibilidad de que Francisco fuera con relativa frecuencia a Tafalla y que allí iniciara la relación con Sebastiana que finalmente le avecina en la ciudad.

En cuanto al oficio que ejerce, poco sabemos, pero lo cierto es que en 1802, en el acta bautismal de su hijo Tomás aparece, inusitadamente, como cordelero de oficio, y anteriormente, en el censo de 1797 se le adjudica la profesión de alpargatero. Quizá pudo ser ésta otra de la razones de su afincamiento definitivo. Gracias a este último censo sabemos que vivía en una de las múltiples casas del Marques de Feria, concretamente en la número 56, y el resto de datos que nos aporta nos hacen suponer que su situación era relativamente holgada. Junto a su familia vivía Josefa Valencia, chavalilla de 13 años que trabajaba como criada. También lo hacían Ermenegildo Serrano, criado de oficio y Gerónimo Borges, aprendiz de 17 años. Uno de los marqueses de Feria, Pedro José Vega, es el que mandó edificar las casas que existen en lo que posteriormente se conoció como Camino Real y en la actualidad avenida de Severiano Fernández, entre el edificio del Casino y el de los PP. Escolapios. A este respecto, hemos encontrada una cita muy significativa en las Memorias Tafallesas de A. Morras, en la que hace referencia a que  la práctica totalidad de los habitantes de esa barriada eran alpargateros.

Falleció joven, a los 42 años, habiendo testado ante el escribano Domingo García, y fue enterrado en la desaparecida iglesia de San Francisco, el 15 de septiembre de 1808. Sebastiana Irujo contrajo nuevas nupcias con Manuel Latorre en 1810. Francisco y Sebastiana fueron padres de:

L.11311.- TIMOTEO MARTINENA IRUJO,  Tafalla, 22 de octubre 1787

L.11312.- BARTOLOMÉ MARTINENA IRUJO, Tafalla, 24 de Agosto de 1789

L.11313.- MARÍA JOSEFA MARTINENA IRUJO, Tafalla, 14 de Enero de 1794.

L.11314.- PETRA PASCUALA MARTINENA IRUJO, Tafalla , 23 de Octubre de 1796.

L.11315.- BENIGNO MATÍAS MARTINENA IRUJO, Tafalla, 14 de Febrero de 1798

L.11316.- FRANSCISCO SATURNINO MARTINENA IRUJO, Tafalla, 10 de Febrero de 1800

L.11317.- TOMÁS MARTINENA IRUJO, Tafalla, 18 de Septiembre de 1802.

L.11318.- SEBASTIÁN MARTINENA IRUJO, Tafalla, 11 de Febrero de 1806

Cuando en septiembre de 1808 Francisco muere, Sebastiana queda viuda con 7 hijos con edades comprendidas entre lo 22 y los 3 años.  El 22 de Octubre de 1810, dos años después de la muerte de su primer marido,  Sebastiana contrae matrimonio con MANUEL LATORRE CHUECA. Es comprensible que, especialmente para los hijos menores, Manuel ejerciera la figura de auténtico padre. Manuel, era de Tafalla y también era viudo: se había casado en 1777 con Tomasa de Oneca. No nos costa que tuviera hijos propios ni en su primer ni en su segundo matrimonio.